
La tierra ya no es un sitio seguro, los gromblin no cesan en sus ataques... La diplomacia fracaso en cuanto recibimos las cabezas de nuestros emisarios...
Estamos intentando soportar las embestidas hacia Adendròn. Pero es inevitable no pensar en que nuestros muros caerán, y estamos en inferioridad numérica...
Ya han pasado 4 días, los ingenieros trabajan en reforzar los muros cada vez mas debilitados... Es como si no se cansaran de atacarnos, sus hombres no deben de dormir, o deben de tener tantos que rotan interminablemente. No lo se, pero cualquiera de las dos opciones nos hace temer...
Estamos al sexto día, hace aproximadamente una hora, un muro cedió ante el asedio, dejando un hueco lo suficientemente grande como para que puedan entrar algo de 40 hombres de una oleada... Lo estamos rellenando con lo que encontramos, pero sabemos que el día se esta aproximando... Solicite apoyo a los reinos mas cercanos, y hasta ahora nadie ah respondido...
La luna se hace presente y los observadores me dan aviso de que alguien se aproxima a toda velocidad desde el norte, me aproximo al puesto a observar, pero no distingo es mucha velocidad para un simple caballo, y tan solo es uno. ¡No disparen! -ordene. Es ella, viene en nuestra ayuda... ¡Abran las puertas! -exclame. Baje a recibirla, estaba muy contento de verla, de que halla venido. ¡Mi princesa Anhera! No creí que viniera siendo la princesa de la paz -le dije. Mi raza, mi pueblo no esta en paz, esa es la razón de mi visita- contesto...
No hubo mucho tiempo para bienvenidas, una sección del muro este cayo, sus catapultas, trebuchet callaron... No había necesidad de organizar a los hombres, ellos sabían bien lo que había que hacer, le pedí a los ingenieros que dificultaran aun mas la entrada, y que se retiraran con los niños y las mujeres.
Mientras estaba en un sitio solo preparando mi armadura, y alistándome para la batalla entro ella, Anhera, a vestirme, a ponerme mi armadura (antes de las batallas las mujeres de los soldados les visten, como despedida antes de la batalla). Otra vez no hubo tiempo para diálogos, inmediatamente entro uno de mis comandantes a informarme que estaban a 400 metros y avanzando...
La tierra temblaba, era el momento de hablar ante mis hombres. ¡Hoy nadie retrocede! La victoria esta con ellos, pues se la arrebataremos... No dejen ni uno con vida, y nadie tiene permitido morir hasta llevarse por lo menos 6 enemigos... En eso ella me interrumpió: ¡No maten sin necesidad! Combatamos por la paz...
Nuestros arqueros abren fuego, están al alcance, vemos como caen a lo lejos, tenemos arqueros excelentes, nos ilusionamos, pero desde atrás de las colinas no dejan de avanzar... Soldados, ah por la victoria... Salgo con la caballería de los muros, vamos a evitar que lo pesado entre a la ciudad... Son muchos, en minutos nos rodean, nos condenamos a nosotros mismos, los arqueros no cesan en su lucha, pero sus esfuerzos son insignificantes en comparación con la cantidad de enemigos... Ordeno a lo lejos que la infantería no se mueva, que permanezca y defienda su posición... De 256 caballos que contaba mi caballería, tan solo restamos 43. Es nuestro fin ordene no retroceder y mantener posiciones hasta el final, solo me eh llevado a 8 hasta el momento...
Eh visto que soldados enemigos eran despedidos por los aires desde atrás mio, volteo y la vi mi princesa combatiendo, su demonio masticando y arrojando enemigos por los aires. Nunca la había visto pelear hasta ahora, pero entiendo porque no lo quiere hacer, es una maravillosa guerrera, aun mejor que yo, siendo general... Pero no hay tiempo para detenerme a contemplarla, estoy en una guerra... Poco a poco pude organizar la caballería solo quedábamos 37 mas la princesa, ordene protegerla, pero se salio de la formación... Ordene seguirla y atacar a su lado. A partir de ese momento la caballería la seguía y combatió a su lado con firmeza...
Era sorprendente lo que estábamos haciendo, estábamos rechazando al mayor ejercito que jamas vi en mi vida, ordene a mis hipolitas proteger la ciudad, y a la infantería avanzar a paso veloz para cubrirnos y atacar...
La moral de todos se levanto, era sorprendente escuchar el grito de los hombres, estaban contentos y corrían como nunca, estaba eufóricos... Llegamos a su campamento comenzamos a destruir sus maquinas y demás... sus tiendas, todo lo que era de ellos, hasta que de los que veíamos ya los superábamos... Eufórico ordene terminar con los sobrevivientes... Mientras giraba para obtener un mejor panorama la vi, quieta, mirandome, y recorde: ¡No mates mas de lo necesario!
Cualquier general pensaría que soy un estúpido, pero es mejor ser mesurado y solucionar las cosas a desesperarse y arruinarlas, ordene al ejercito volver a casa, a un grupo de hipolitas ofrecer hospitalidad a los sobrevivientes... Ella me miro, y sonrió, volvíamos a casa...
Ella supo porque lo hice, pero no dijo nada durante la noche... Estaba ansioso por saber de ella, por verla, por lo que fui a su tienda con la excusa de comentarle o de que me ayudara a decidir quien iría como emisario a negociar la paz... Aunque lo había decidido, le quise hacer entender que no... Solo para escucharla y compartir un rato mas de su presencia...
Esa misma mañana partió un emisario, con una escolta de 70 hombres, con la esperanza y la ilusión de que se termine la guerra, de que halla paz... Pero a los 3 días, regresaron, si bien regresaron enteros y con vida, no hubo acuerdo... Ordene preparse para combatir nuevamente, pero la vi una vez mas, y cambie de orden: ¡Que todos estén listos para mi orden!
Había llegado el rumor a los hombres de que el lider de los gromblin se encontraba al norte nuestro, cerca de Polstmurth a lo que ella me ofrecio ir a negociar, a lo que me opuse rotundamente, ella me pidio hacerlo, era la unica que podria hablar y estar de vuelta en el mismo dia... Asique tuve que permitirle ir... Pero habian pasado 3 dias y no tenia señales de ella, ordene al ejercito aprestarse a atacar, los aplastaria, queria saber de ella... Pero esa tarde ella aparecio otra vez, la negociacion estaba avanzada, solo restaba ultimar detalles y yo iria en representacion de los reinos... Teniamos una semana.
En esa semana ella me llevo a recorrer los reinos, nos encontramos con quienes querian la paz, y con quienes querian la guerra, pero no tenian con que...
Llego el dia del veredicto, nuevamente ella me alisto con mi armadura, y entre con mi casco bajo el brazo, ella y 4 comandantes de mi confianza, nos estrechamos la mano, discutimos, y todo fue llevado a cabo de manera admirable, a quienes hacia una semana y media estaba matando, hoy firmaba la paz, una paz que hasta hacia dos semanas era imposible...
La paz estaba firmada, se acabaron las hostilidades, comenzaba una nueva era...
De regreso le pedi de manera tímida a Anhera que se quedara conmigo en mi castillo, le ofrecí cuidarla, a lo que riéndose me dijo que mejor ella me iba a tener que cuidar... A lo que me sonreí sin saber que decir, mas que iba a pelear a su lado siempre, por la paz, y por ella...
Es raro que quien pelea por la paz nos salvara en la guerra... Cuantos no hubieran peleado a su lado, y la hubieran dejado morir... Pues yo no... Porque se que es fuerte, y va a vencer... Porque es una princesa, y no por nada....
Anhera princesa de la paz