
domingo, 15 de noviembre de 2009
jueves, 12 de noviembre de 2009
Tristeza, odio, resentimiento, impotencia...

lunes, 2 de noviembre de 2009
y por fin...

Y por fin tomo el poder, y por fin se esta desatando....
hace tanto tiempo...

Hace tanto tiempo que estamos en esto, que ya casi me olvide de cuando empezó…
Recuerdo que venia de la casa de un amigo, y en eso suena el celular, atiendo, y escucho la su voz, estamos en guerra…
Todo fue muy repentino, habían habido algunas “diferencias” pero nada del otro mundo, nos habían amenazado, pero nada mas… Y de un momento a otro, la ¡Guerra! Y yo en el colectivo…
Pensé que por lo que teníamos como armamento íbamos a durar dos días, hasta que estuvieran paseándose victoriosos por nuestras calles, pero no fue así, paso una semana, y otra, y otra…
Quizá fue una señal o no, pero invitaban a acercarse como voluntarios, accedí, me tomaron un examen y califique como uno de los mejores de los postulantes, a lo que me dieron 1 mes de entrenamiento, equipos; y a partir de ese momento ya tenia la misión de “establecer” un campamento de apoyo…
Todo fue muy raro, muy loco, no sabia en donde podía establecerlo, no conozco un sitio demasiado bien, como para decidirme, pero una serie de eventos hicieron que eligiera como campamento los edificios en donde vivía, estos edificios.
Llegamos 20, hablamos con quienes estaban a cargo y nos presentamos para tomar las “torres”, inmediatamente, llame al comando, y pedí que me trajeran el equipo. Luego organizamos una reunión, en la que comente la situación, y las nuevas reglas, la mayoría acato sin problemas, luego decidimos enlistar a cuanto hombre quisiera y pudiera combatir…
Esa semana fue larga, los equipos llegaron a la segunda semana, momento en el cual teníamos algo mas de 70 hambres, el tiempo pasaba, pero nuestros ingenieros nos deslumbraban con sus “modificaciones” e inventos para ayudarnos… En grupos “comando” nos infiltrábamos y robábamos armamento y munición… En un llamado me dijeron que en el arsenal de Córdoba había cañones viejos de
Me hubiera gustado poder contar con ellas antes del inicio, pero no se pudo… Mientras dormía a las 04:14 A.M. suena mi teléfono, un grupo de comandos volvía de un golpe y nos solicitaban refuerzos, de un golpe reuní a mi grupo (unos 20 hombres) repasamos el plan rápidamente y salimos, tenia miedo, nunca había estado en situación de combate… Pero debo rescatar que todos fueron excepcionales profesionales, cubrimos a los comandos, y a pesar de que nos tiraron con todo, el “shock” duro menos de 10 segundos… Todos respondíamos el fuego con una bravura infernal, ese día las puertas del infierno se abrieron, listas para recibirnos… Pudimos rescatar al grupo, o por lo menos permitirles escapar cómodamente ¡¡y todo sin ninguna baja!! Era sorprendente ver pasar a esos hombres gritando del dolor, bañados de sangre, con compañeros al hombro y tirando con lo que tenían, y ninguno gritaba, eran demonios, corrían aun muertos…
El grupo comando nos acerco desde Campo de Mayo cuatro piezas de artillería viejas de 20mm con munición, por lo que les estuvimos muy agradecidos. Y como no teníamos defensa anti-aérea decidí colocarla en la terraza de las torres camuflada, ya que nos brindaba una mejor posibilidad de abatir helicópteros, o aviones en vuelo bajo.
Tan solo a la 4 semana, y con los cañones modificándolos para disparar a 7km, nos solicitan refuerzos, paracaidistas a 10 cuadras de nuestra base, salimos inmediatamente prácticamente todos, era algo demasiado extraño, siempre pensé que en un grupo de paracaidismo podían lanzar 100, 200 soldados, pero no habían menos de 500!! Y seguían cayendo… Me comunique a mi base pidiendo que solicitaran refuerzos, ya que nos sacaban una diferencia de
Prácticamente todas las noches, nos solicitaban cobertura comandos, paracaidistas, etc.…
Me reuní con mis ingenieros, les comente de cuan lejos eran las posibilidades de hacer funcionar un avión que estaba en museo, y modificarlo para pelear, luego de debatir mucho, decidimos hacerlo, asíque al otro día escoltamos a todos los que pudieran colaborar al museo de Morón, establecerían un campamento, y comenzarían con la tarea. Pero una vez hay, mi celular sonó, no lo dude, me subí a una camioneta, dos de mis amigos me acompañaron, llegamos lo mas rápido posible, la situación era complicada, estaba por tomar un puente, no conocíamos la zona, asíque nada podíamos hacer, ordene subir a quienes estuvieran adentro, pero echo una vez esto, la camioneta no tenia mas lugar, y era sobrecargarla… Decidí volver a pie, a lo que Cristian bajo para acompañarme y alivianar el vehiculo… Tardamos 4 días, en poder llegar, pese a que estábamos a solo 45km, tuvimos que ser precavidos para no entrar en combate, puesto que queríamos volver vivos….
Al llegar, lo primero que hice fue ir a ver como estaba, ver a mi hermana, y prepararme, había llego otra alarma, las alarmas no paraban de llegar…
Cuando nos prestábamos para salir, los radares captaron un helicóptero, por lo que debíamos esperar, pero sorpresivamente el helicóptero se estaba acercando mucho… Pregunte a mis francotiradores si podrían matar a sus ocupantes de un disparo a lo que me respondieron afirmativamente, les ordene subir al edificio, y que cumplieran con su trabajo. Y lo hicieron muy bien, mataron a sus 3 ocupantes, y el helicóptero en su caída, apenas sufrió daños, lo primero que hicimos fue esconderlo y repararlo. El tiempo pasaba, a las 2 horas, me dieron la señal de que podía volarlo, puesto que no sabia volar hicimos un trabajo bastante bueno, nos subimos y comenzó la travesía, íbamos a evacuar a unos comandos que habían quedado relegados, y no tenían casi munición, Decidimos que un grupo iría por aire, y yo en el helicóptero… Me costo mucho bajarlo, y mantenerlo, pero lo logre, pero cuando volvíamos nos dispararon, y las revoluciones se dispararon, el helicóptero empezó a girar sobre si como un condenado demonio, pero tras arduos intentos de maniobras lo logre enderezar y volver a base, poco a poco le iba tomando la mano a volar… Y tan solo 1 o 2 meses antes soñaba con hacerlo, y de la nada lo estaba haciendo…
Pero no todo era bueno, una tarde salimos con mi equipo a patrullar, y nos encontramos con exploradores, termine con 2 disparos… Cuando desperté, me habían sacado las dos balas, y estaba ella y mi hermana en la habitación, me costo planteos, retos, peleas, explicaciones, darme cuenta que no era un juego, que todos son heridos…
Y en esos momentos en que tengo tiempo de pensar claro, y tranquilo, puedo ver que hasta el mejor soldado puede morir en manos del más inexperto…
No soy experto ni mucho menos, solo alguien con entusiasmo, coraje, valor… Y a pesar de todo, a pesar de sus gritos, de los castigos, mañana me levantare, y aunque no este bien tendré que salir, aunque esas heridas no me dejen siquiera respirar con tranquilidad tendré que correr, tumbarme soportar el fusil sobre mi pecho, gritar, ordenar, y si queda tiempo respirar, vivir y volver…
Muchas veces recibí planteos de que estaba loco, de que como me puede gustar algo así, no pienso en los demás, si no valoro la vida…
Si lo hago, pero es dificirl hacerle entender a alguien todo eso… Valoro la vida mas que la mayoría de los hombres, y por eso lo hago, valoro la vida de los demás, de quienes creo la merecen... No le tengo miedo a la muerte, aprendí a vivir con ella y compartir miles de cosas… Pero nunca van a poder entender porque lo hago, nunca van a entender que solo sirvo para esto, nunca van a entender que esto me permite liberarme, y que no solo es mi vida, es la vida de cientos y miles más, y si los puedo ayudar lo haré…
Suena la alarma, es hora de salir, se despide una vez mas, se encarga de amunicionarse bien, se sube a la camioneta, y vuelve a salir. Sus heridas no le impiden ir, tan solo hace dos semanas estuvo internado, y hoy sale a pelear….