Adios...

¿Que le puedo contar de ella mi amigo la muerte? Nada, absolutamente nada, porque temo que si lo hago usted valla a llevársela... Pero como usted me visita tan a diario, y ya somos casi amigos, algo le voy a contar.

Ella es alta, hermosa, lista, y tiene un no se que, que hace que hasta el peor dia pueda ser el mejor... Solo le voy a contar que tiene los labios mas hermosos que eh visto y sentido, sus besos son dignos de el mayor de los placeres, su suave piel, contornea y acompaña un rostro hermoso, y sutil...

Es la mayor de las princesas, digna de un banquete preparado solo para los dioses, que por alguna extraña razón han dejado aquí en la tierra, y me esmero en que no la descubran para llevársela...

Por momentos grandes y pequeños, pienso en que sea feliz lejos de mi, porque la lastimo, y porque creo no poder hacerla feliz. Pero otra parte de mi cabeza, pide a gritos lo contrario, no quiere perder la, y le voy a contar un secreto, pero que quede entre nosotros dos: "La parte de mi que quiere que sea feliz con otra persona odia eso, no lo quiere, la quiere para el sola, pero a veces cuando uno ama a la otra persona con mucha locura es capaz de casi cualquier cosa". Pero de lo que si estoy seguro, es que ambas partes la aman con locura, y temen perder la, y a pesar de los líos de cada parte, no quieren perder la... Usted lo debe de saber mejor que yo, cuantas veces le pedí que me lleve, y solo aparece a conversar conmigo... Cuantas veces le pedí a quien fuera que fuera feliz fuera de mi, y al instante estaba llorando, rogando que ese día nunca llegue... Y en esos momentos le pedía a usted que viniera a llevarme...

Y si usted cree que estoy loco, le aseguro que es porque no tuvo la oportunidad de conocerla, de sentirla, de abrazarla, de besarla, como la tuve yo, si usted supiera, me habría llevado hace tiempo...

Pero le voy a proponer algo doña muerte, de momento no acuda mas a mis llamados, porque ahora no voy a refugiarme y a dejar todo pasar, ahora voy a combatir, a enfrentar a las cosas, y a resolverlas. Después de todo es lo que siempre hice... Y llegado el momento de necesitar hablar otra vez con usted espere a que sea un ultimo recurso, porque encontré algo que me va a dar combustible, para llegar... O por lo menos eso espero...

Esto es una despedida a esos momentos de cobardía, en los que temía, y me acorralaba a mi mismo, hasta lograr lastimarla, que es lo que eh echo y bastante ya. Por lo que me despojo de eso, me calzo mi nueva armadura, y planeo caminar, hacia lo que nos haga bien, hacia lo que le haga bien a mi princesa, porque después de todo, si no fuera por ella, nada seria, nada haría, y nada podría hacer ya desde hace tiempo...

Encontré en esos besos, mi ambición; en sus abrazos, mi combustible; en su mirada, mi reflejo; en su presencia, evito la soledad y puedo combatir seguro....

Por eso le ruego que se aleje de mi, que no vuelva, porque si no, no responderé de mis actos, y la violencia que desatare contra usted no tiene medida...

La sapienza, la mesura y la valentía de un caballero eh de aprender, si a su lado pretendo estar, solo le pido que a mi lado usted mi princesa se encuentre, para ayudarme en este sendero, para acompañarme, y dejarse proteger, para crecer, y afrontar las tormentas que sean... La invito a una aventura de la que solo seremos los personajes principales, una aventura en la que le ofrezco todo mi amor, en estado puro, y proteccion, en donde logremos la armonia, en donde seamos felices...